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Contradicciones sexuales  rabes
MàNICA G. PRIETO desde Beirut

11 de abril de 2009.- El cineasta tunecino Nasser Khemir suele recordar que en
 rabe existen no menos de 60 palabras para referirse al amor, "como los esquimales tienen 60 para referirse a la nieve". La tradici¢n isl mica califica
de m rtir a quien muere por amor y el Islam glorifica el sexo dentro del matrimonio como un derecho y un deber sagrados. Entonces, ¨por qu‚ el clich‚ occidental que hace pensar que los musulmanes son puritanos y consideran el sexo como algo pecaminoso, desprendido de tantas encuestas europeas?

En Egipto, los grupos en defensa de los Derechos Humanos denuncian en estos d¡as la sentencia que la Corte Criminal de Agouza ha dictaminado contra una pareja egipcia. Tolba Abdel Hafez, funcionario de 48 a¤os, y su esposa Salwa Hegazi, una maestra de 37, han sido condenados a siete y cinco a¤os de prisi¢n respectivamente por mantener sexo con otras parejas de forma consentida.

El matrimonio fue detenido en octubre del a¤o pasado. La polic¡a hab¡a dado con un anuncio que Abdel Hafez puso en Internet, solicitando parejas liberales interesadas en intercambios sexuales, y comenz¢ a rastrear sus e-mails personales para dar con los contactados.


EL MUNDO

Al margen de la violaci¢n al derecho a la privacidad en la que incurrieron las
fuerzas de Seguridad –desgraciadamente algo habitual en Egipto-, la legislaci¢n
local, cuya fuente es la Ley Isl mica, considera ilegal el sexo extraconyugal e
incluso lo tipifica como un tipo de prostituci¢n, aunque no haya dinero mediante.

De ah¡ que las penas hayan sido tan severas contra todo pron¢stico, dado que seg£n informaba la prensa egipcia tras la detenci¢n, la pareja se enfrentaba a tres a¤os de c rcel como m ximo.

El juez de Agouza ha resultado ser especialmente puritano, dado que ha descrito el delito como "uno de los peores que se pueden cometer desde el punto
de vista religioso. Ofrecer a tu esposa, a la madre de tus hijos, a otro hombre
s¢lo puede hacerlo un enfermo. Ni los animales lo hacen", se puede leer en la transcripci¢n de la sentencia.

El matrimonio condenado ha insistido en que s¢lo buscaba diversi¢n y ha recurrido el veredicto, ya que seg£n su abogado defensor, Ayman al Saadi, "ni siquiera los acusados de apostas¡a reciben condenas tan duras". La sociedad conservadora egipcia ha seguido entre morbosa y escandalizada el desarrollo del
caso, lo cual lleva a interrogarse sobre la involuci¢n de los  rabes en lo que al sexo se refiere pese al aperturismo de su religi¢n –digan sus jueces o l¡deres lo que digan- en esta materia.

El sexo, seg£n el Islam

Seg£n el Islam la sexualidad es un acto de fe y el placer, un derecho absoluto. La religi¢n isl mica reprueba el celibato –a diferencia de la cristiana- y anima la excitaci¢n de la pareja previa al coito, siempre en el contexto del matrimonio, alentando as¡ los juegos sexuales. La siguiente frase se le atribuye al Profeta Mahoma: "Es bueno que el creyente juegue con su esposa antes de mantener relaciones para aumentar el deseo y que ella obtenga tanto placer como ‚l".

Sin embargo, la interpretaci¢n patriarcal del Islam ejercida por parte de reg¡menes y l¡deres religiosos ha transformando, con el transcurso del tiempo, al sexo en una suerte de pecado, convirti‚ndolo en una de las grandes contradicciones de las sociedades isl micas.

Hubo un tiempo en que la sexualidad era ense¤ada en las mezquitas y en que los
manuales sobre sexo, a veces incluidos en tratados cient¡ficos o m‚dicos, eran habituales. Entonces la literatura contaba con numerosos t¡tulos que se podr¡an
calificar de er¢ticos –desde 'El Jard¡n Enamorado', del sirio Shamseddine Ibn Qayim al Jawziya, hasta 'El Jard¡n Perfumado' del tunecino Mohamed al Nafzawi, pasando por los consejos de Ahmed Yusef Tifachi, los 'Cuentos de las Mil y Una Noches' o los versos del poeta iraqu¡ Abu Nuwas- mientras que hoy las obras escritas por  rabes sobre la materia suelen ser proscritas.

Como explica la poetisa y periodista Joumana Haddad, directora de la revista 'Jasad' –la primera publicaci¢n  rabe dedicada al cuerpo humano y en cierta forma al sexo, con especiales sobre la homosexualidad o el pene- "el simple derecho a hablar abiertamente sobre sexo es una lucha en Oriente Pr¢ximo". "Es una de las grandes esquizofrenias de nuestra sociedad: se acepta el sexo como lo m s normal del mundo pero se impide que una joven salga a cenar con un amigo", incide.

Hoy, a Joumana Haddad se le tilda de 'puta' en algunos c¡rculos y tiene que soportar amenazas de muerte que le han llevado a dejar de utilizar su propio veh¡culo (en el L¡bano, su pa¡s, son tr¡stemente comunes los coches-bomba) confirmando el retroceso social en materia sexual. Pero, ojo, el hecho de que no se hable de ello con la naturalidad europea no implica que no sea as¡ de natural. Solo que se hace a escondidas.

Saludos
Rafael
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