Y pues, conseguí regresar de El Norte (TM) sano y entero, para
reunirme con Kyoko, que me esperaba con los brazos cerrados, aunque
esto último cambió cuando vio la pedazo de chistorra que traía conmigo
(no penseis mal, me refiero a una chistorra de Navarra que compré en
el aeropuerto).
No puedo por menos que agradecer a la organización la invitación a tan
fastuoso evento (y el costeamiento de los gastos, factor harto
importante para la feliz consecución de la aventura), aunque a última
hora les surgió la vena sádica y me aplicaron la tortura del insomnio,
arrastrándome a cenar a un restaurante de esos intimista y con música
en francés, aunque hacía N horas que no dormía. Eso sí, el puturrú de
fuá a las finas hierbas estaba bastante bueno... pero como en todos
los restaurantes caros, el "solomillo muy hecho" estaba crudo.
Y a ese pedazo de Enrike que me prestó su Turbo-R con teclado
amarillo, y encima me llevó a comprar los regalos para la familia con
su propio coche, igualmente muchos arigatos y como se diga en vasco
(gracioak o algo así, supongo).
¡Ah! Al usuario de Mac (según su camiseta) que en el hotel se indignó
y se quejó airadamente porque su habitación no esatba preparada,
decirle que la próxima vez al menos disimule su filiación informática,
para no alimentar aún más el tópico de elitismo/egocentrismo que rodea
a los maqueros. Y al niño de la tienda del kukuchumuchu que no quería
una baraja de naipes porque ponía "Baraja Española", decirle que se lo
tome con calma y pruebe la tortilla española, que a lo mejor le gusta
más. Quede claro que digo todo esto desde la concordia y el
multilateralismo.
Ya pregonareis la publicación internética de fotos y videos del
evento. Yo de momento, soy.
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Néstor Soriano
<konamiman(_en_)gmail(_punto_)com>
